Recortes en el agua

13 septiembre 2006

Llamar la atención a los demás

Ayer una señora reprendía a voces a una chica que había tirado al suelo el papel del enorme paquete de gusanitos que se había comido. El marido de la señora (ambos de la tercera edad) le pedía a ésta que no le hablara así a la muchacha, o que no se metiera....

En definitiva, si quieres que los demás sean educados debes serlo tú SIEMPRE (primero, mientras y después). Hasta para reñir a alguien que no conoces hay modales. Además, un día te puede alguien partir la cara o insultar o dañar de alguna manera que te haga arrepentirte de haber hablado.

Si un padre o madre permite que su niño moleste con gritos o carreras, si la gente marrana tira de todo al suelo desde la acera, el balcón o por la ventanilla del coche, si una pareja se pega un lote excesivo en un lugar donde a lo mejor a otros molesta, si el listillo o listilla de turno se cuela en la cola de pagar o pedir información, si alguien fuma en lugares donde no debe y además está prohibido, si alguien en el cine cree que está en el salón de su casa y comenta cada escena en voz alta...no se aguante, pida respeto por su libertad, su dignidad, sus derechos, pida educación, urbanidad, modales...pero hágalo aplicándose el cuento.

Y si usted tiene limitaciones para pedir respeto con respeto, entonces piense que los demás también tienen limitaciones, porque la educación escasea, es una especie que se puede clasificar como en peligro crítico de extinción.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dice...

Si no tengo el respeto por mi mismo, difícilmente lo tendré por los demás.

Si hago un comentario hacia una persona de cualquier manera posiblemente cause el efecto contrario al que desearía.

Si me dirijo a los demás con mis actos o palabras de cualquier forma, estoy perdiendo el respeto a mi mismo y secundariamente a los demás.

He de comenzar por mi mismo, los demás deben ser aquellos a los que debo dirigirme como a mi me gustaría que se dirigieran.

2:46 p. m.  

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