Lo que no me puedes quitar

Te has quedado con la llave de mi corazón,
pero no me puedes quitar los sueños, los deseos,
los sentimientos, la imaginación,
el disfrute de aprender, la ilusión de vivir,
el placer de leer, la satisfacción de bailar y cantar,
la necesidad de escribir, la satisfacción de pintar,
la capacidad de recordar, sonreir, luchar, esperar,
creer en mí, llorar.

Andas por ahí con tu vista corta,
tus piernas torcidas, tus juanetes,
crujiendo tus dedos pulgares de las manos,
acariciando tu oreja, liado, olvidando, reafirmándote,
matando el tiempo que tienes para vivir...
con mi preciosa llave colgada de tu cuello.

Cuídala.

Sin lamentos

No me importa.

Rectificar es crecer.

Comunicarse es nutritivo.

Amar es gratificante.




Esperar es aburrido.

Claudicar es triste.

Vivir es intrigante.

Crear es fascinante.

No me importa.

Tengo una contradicción

Por una parte veo a los españoles, los portugueses...repitiendo desde diversos foros y en manifestaciones un mensaje de insatisfacción, de necesidades, de exigencias y de malestar generalizado.

Por otra parte está mi relación personal, con un mensaje de amor, de esperanza y de valentía.

Las cosas se pueden decir de otro modo, en otro idioma, con otras palabras, pero el mensaje es el mismo.

Y ahora viene la contradicción: perseverar en ello o dejar de repetirse? Ambas cosas parecen ser infructuosas a la vista de los resultados, pero la idea de resignarse está fuera del concepto de lucha que me mueve, que nos mueve a mejorar.

En otras palabras, si cuando ya está todo dicho no hay nada más que decir o si cuando está todo dicho hay que seguir repitiéndolo hasta que sea tomado en cuenta y las cosas cambien.

Por otra parte, no necesito ni quiero que me repitan negaciones.

Para mí, cuando quieres que algo suceda tienes que hacer que suceda, pero el espíritu de la frustración es implacable y está en todas partes, y en este caso se presenta como contradicción.

Aprendí de pequeña que cuando te dicen no es que NO, pero en la vida me he encontrado muchos SÍ escondidos o parapetados detrás de esos NO.

Resultado, pues ni idea...no tengo certeza de nada, sólo quiero seguir aprendiendo la vida, mientras la vivo intensamente cada día.

La gente amarilla, puntualmente

La gente amarilla, aquella a la que dedicó un libro Albert Espinosa, pasa efectivamente momentos fugaces en nuestras vidas, durante los cuales imprimen los pequeños flashes de apoyo que necesitamos o creemos necesitar.

Sin ser desagradecida, en mi caso la fuerza personal y la capacidad de lucha son mucho más importantes, dan mucha mayor consistencia a mis actos, al mapa de mi vida que dibujo día a día, basado en mis emociones y mis sentimientos. La gente amarilla da a mi lógica el detalle que pretende dar sentido a mis razonamientos, por eso no me sirven más que puntualmente como apoyo a mis decisiones. Eso podría reafirmarme, pero no me satisface.

Me satisface tener oportunidades para desarrollar mi creatividad, poner a prueba mi valentía y sacar lo mejor de mí. Lo peor que me puede ocurrir es no tener oportunidades, las puertas cerradas, un NO.

Por eso lucho con las puertas cerradas, la ausencia de oportunidades, las negaciones absolutas. Por eso siempre busco la conciliación, propongo opciones y propuestas para mejorar todos, fomento la comunicación y la creatividad.

El mundo está lleno de dolor y todos tenemos una porción.

Sólo viviendo cada día con amor y satisfacción tu porción de sufrimiento se reduce y puedes obtener la porción de felicidad que te mereces. Como siempre digo, es una cuestión de actitud, confianza y valentía.

Necesitamos filtros en la marea de información

Es muy difícil, en la Sociedad de la Información en la que estamos inmersos, seleccionar la información que más nos interesa, por más que escojamos escrupulosamente nuestras fuentes (suscripciones, redes sociales, medios) o creemos alertas específicas.

Las necesidades informativas sectoriales de las empresas, la sed de estar a la última de las personas sobre sus gustos y hobbies, la búsqueda de empleo... no pueden ocuparnos todo el día mirando a la pantalla del ordenador o del teléfono móvil, es un tiempo muy valioso para ocuparlo en cosas que también deberíamos estar haciendo y estamos desatendiendo o para ocuparlo disfrutando con amigos, hijos, familia, deporte y otros afectos tangibles de la vida.

Nuestras fuentes habituales ofrecen una marea de información porque estamos dirigiéndonos a la diversificación y la ambivalencia...no encontrando a veces la información que nos interesa o no conociendo información que nos interesa, pero que no sabemos siquiera que la necesitamos.

Necesitamos especialización, filtros selectivos...capaces de satisfacer realmente nuestras necesidades de información invirtiendo el menor de nuestro tiempo personal. Una alternativa productiva es que otros trabajen para nosotros en ello para que empleemos nuestro tiempo en aquello a lo que realmente nos dedicamos o queremos hacer. Personas que tengan un alto grado de encontrar en poco tiempo, actualizar y seleccionar lo que necesitamos saber, sin que nada se nos escape. Periodistas? Posiblemente sea una de las mejores opciones.

Voy a madurar esta cuestión.

La melodía que me acompaña

Porqué las canciones aparecen en tu dial para hablar por ti?

No creo que las atraigamos...es simplemente que la vida te acompaña y te comprende, quiere que sigas adelante y está a tu lado.

Hoy he escuchado esta canción que habla de lo que estoy sintiendo. Es del album Dreams can come true (confío en que así sea) de Gabrielle, tema inicial de la película Diario de Bridget Jones.

Esta va a ser mi melodía un tiempo, lo presiento.



La he buscado subtitulada, así podemos gozar más del momento.